lunes, 30 de marzo de 2015

Vinos para verano



Con la llegada del calor los restaurantes elaboran cartas con platos más llevaderos y frescos. En cuanto a los vinos, son un producto que permanence constante a lo largo del año, pero podemos encontrar vinos más aconsejables para tomar durante esta época del año, como es el caso de los tintos jóvenes, los rosados y los blancos.

Con las altas temperaturas nuestro cuerpo pide bebidas de textura ligera, refrescantes y que faciliten una buena digestión.

Los jóvenes de Viura y mezcla de Viura-Chardonnay son vinos afrutados y frescos. Ideales para acompañar un aperitivo o con entrantes muy ligeros. 

Los Chardonnays sin barrica son más estructurados y de mayor persistencia. Maridan a la perfección con pescados y ahumados. 

Los rosados: Garnacha, Tempranillo y Cabernet Sauvignon o Merlot son compañeros imprescindibles del verano y de los entrantes como el arroz o la pasta. 

Los tintos jóvenes son golosos y vivos. Perfectos para ser disfrutados con aperitivos como embutidos, patés, quesos... 
Los vinos blancos dulces se deben tomar con quesos de cabra, foies y postres. Son la mejor sobremesa de una agradable comida. 

Un plato tan típico en verano como el gazpacho, combina perfectamente con el vino blanco muy seco o incluso aromático ya que el tomate pide un vino de una acidez similar a la suya.

Para los que buscan el vino ideal para el verano, también están los vinos de hielo o Eiswein (en alemán). Se trata de vinos dulces y refrescantes, con un curioso proceso de elaboración, hecho a base de uva helada con una fuerte concentración en azúcar. Es recomendable tomarlo como un vino de postre, con dulces, frutas o con foie, o bien degustarlo sin más en la sobremesa después de la comida.

En verano, el cava es otra opción. Ligero, brillante y chispeante se convierte en la bebida refrescante perfecta para tomar durante las comidas estivales.

Una copa de cava servida a la temperatura idónea (entre 5 y 8 grados) teniendo en cuenta la crianza del cava y la comida con la que se acompaña ayuda a combatir el calor.
Para los aperitivos es recomendable el efecto refrescante del Brut, que servido a la temperatura adecuada es un buen acompañante de los canapés, las ostras, los embutidos como el jamón, el queso o los frutos secos.

Para acompañar las comidas o cenas que incluyan todo tipo de ensaladas, mariscos, pescados y arroces es preferible el sabor afrutado y fresco con un toque de acidez estimulante del Brut.

El Gran Reserva, de aromas con matices tostados, es un cava con más cuerpo que marida perfectamente con platos más pesados como carnes y asados.

Por último, el cava Rosado es fresco, aromatico y ligero. Es el complemento perfecto para frutas y aperitivos.

Como podemos ver los vinos también pueden consumirse durante verano, pero deben servirse a la temperatura correcta, ya que gracias a este factor, se potencian tanto sus efectos olfativos como gustativos.

Un vino blanco joven debe servirse entre 7 y 10º, ya que una mayor temperatura resalta los aromas fermentativos y el grado de alcohol, mientras que una temperatura inferior, daría un sabor insípido y reduciría los aromas.

Un vino rosado debe servirse entre 10 y 12º, para mantener los aromas de la crianza.

El vino tinto se divide en tres tipos: joven, crianza y reserva. El tinto joven es preferible servirlo entre 12 y 15º, ya que esta temperatura respeta los caracteres de los tintos afrutados y potencia su frescura. Para el tinto de crianza lo ideal son 14 y 17º, pues es la mejor temperatura para no mermar su carácter frutal y su compleja crianza.

El tinto de reserva se debe servir entre 17 y 18º. Una temperatura que sobrepase estos niveles no permitirá apreciar los aromas terciarios de oxidación y reducción originados en la crianza, además el alcohol es potenciado en nariz, lo que puede provocar un desagradable gusto picante y esconder los sabores y aromas complejos de su envejecimiento.

Para los cavas y espumosos se recomienda una temperatura de 6 y 8º, de lo contrario pueden perderse sus matices aromáticos, resaltando los sabores amargos y verdosos. En resumen, perdiendo su finura.

Debemos recordar que al vino no le sientan bien los cambios bruscos de temperatura, así que para conseguir la temperatura adecuada se aconseja poner la botella en una cubitera con hielo.

Luis Fernando Heras Portillo

sábado, 28 de marzo de 2015

¿Cómo ayuda a la salud el vino?


1.- Protege contra las enfermedades coronarias y contra accidentes cerebrovasculares isquémicos (obstrucción de una arteria del cerebro) y de la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias)

2.- Aumenta el nivel de lipoproteínas de alta densidad HDL (colesterol bueno) en la sangre.  Gracias a sus prolifenoles y flavonoides tiene un poder antioxidante, es decir, hace inofensivo el colesterol LDL (malo) al impedir su oxidación.

3.- Tiene una acción antibacteriana y antihistamínica; reduce las alergias

4.- Contiene vitaminas que combaten el envejecimiento y ayudan a tener una piel más bella

5.- Evita la formación de coágulos al producir una acción anticoagulante; mejora la circulación de sangre en el cerebro y disminuye las inflamaciones.

6.- Aporta minerales y oligoelementos al cuerpo como: magnesio, zinc, litio, calcio, hierro y potasio

7.-Ayuda a la digestión de proteínas, por lo que se recomienda acompañarlo con carnes y quesos

8.- Controla las infecciones urinarias. Baja el riesgo de la formación de cálculos renales

9.- Disminuyen el riesgo de padecer hemorroides; contrarresta las várices

10.- Reduce la tensión arterial y el nivel de insulina en la sangre

Luis Fernando Heras Portillo

viernes, 27 de marzo de 2015

La leyenda del origen del vino


Como en casi todos los productos y alimentos que nos han acompañado desde siempre en nuestro camino evolutivo, el vino tiene una leyenda sobre su origen.

Cuenta la leyenda, que en Babilonia un rey persa almacenó uvas en un sótano de su palacio para consumir fuera de la estación. Obviamente estas uvas con el correr del tiempo fermentaron y desprendieron anhídrido carbónico, intoxicando a los que las cuidaban. Esta situación les hizo creer que las uvas se habían vuelto muy venenosas.

Una de sus concubinas al intentar suicidarse por el desprecio del rey, tomando este jugo envenenado, muy contrariamente a lo que se suponía se sintió muy feliz y radiante. Al presentarse ante el rey con su alegría contagiosa, este la prefirió entre las otras. Puede llegar a decirse que esta mujer fue la descubridora de las bondades del vino.

Pero hablando sobre orígenes más reales, podemos decir que el nombre del vino, según investigaciones recientes, tuvo su origen en un término hoy desaparecido de la lengua hablada en el antiguo Cáucaso, particularmente en Armenia, la palabra "voino", la que servía para designar el brebaje embriagador elaborado a partir del fruto del racimo de la vid.

Por eso se puede establecer que el vino como tal surge en el oriente próximo. Es en la biblia donde aparece documentado en escritos, en el Antiguo Testamento, a través de Moisés se pone en evidencia la existencia de la vid y el vino. Aunque, se tiene conocimiento de la existencia de la vid desde mucho antes. La más antigua manifestación del género Vitis (las vides), data de hace más de 63 millones de años con el descubrimiento de una hoja fósil de una ampelídea en una región de Francia.

Luis Fernando Heras Portillo

jueves, 26 de marzo de 2015

¿Qué tipos de vino tinto saben dulce?


En la terminología de vinos, el contenido de azúcar del vino se conoce como azúcar residual y se mide en porcentajes. Todos los vinos tinto, ya sean dulces o no, tienen niveles de azúcar residual cercanos a cero. La diferencia entre un vino tinto dulce y uno seco es el nivel de ácido tánico. Éstos son los agentes que producen que la cáscara de la uva provoque que tu boca se arrugue y se sienta seca. Los vinos con menos ácido tánico parecen más dulces porque el sabor afrutado es más pronunciado debido a que hay menos tanino.

Merlot

Cualquier vino etiquetado Merlot es por lo general un vino dulce. El Merlot es una variedad de uva usada para hacer el vino y ahora se reproduce por todo el mundo. Estas uvas son suaves en sabor y mas bajas en ácido tánico que otras uvas, dando un sabor suave lleno de matices frutales, incluyendo ciruela y bayas. Al no ser demasiado dulce, el Merlot es un vino más suave que el vino con alto contenido de tanino como el Cabernet Sauvignon. Lo puedes acompañar con carnes rojas y blancas como el pavo, chuletas de cerdo y pollo.

Chianti

El Chianti es un vino mezclado de Italia que contiene principalmente uvas Sangiovese con estilos variados mezclados con uvas Canaiolo, Colorino, Cabernet Sauvignon y Merlot. Solo el vino que se hace con uvas que crecen en la región Chianti, puede tener ese nombre. Como el Merlot, el Chianti es afrutado y bajo en tanino y por ello tiene un sabor más dulce que los vinos tintos secos. Por su dulzura, el Chianti tiende contar con un sabor con muchas especias con toques de café y tabaco, de cereza y ciruela. El sabor afrutado va bien con toda la pasta y platillos de carne condimentados.

Shiraz/Syrah

El Shiraz, se hace con uva Syrah y es producido exclusivamente en Australia, mientras que el resto del mundo identifica el vino hecho de uva Syrah simplemente como Syrah. Como el Chianti, el Shiraz sabe a especias con toque afrutado y de cuerpo entero y bajo en ácido tánico es suave al paladar. Es ligero, pero se lleva bien con una variedad de alimentos fuertes que incluyen ricas carnes rojas y cocina condimentada como la mexicana o la del Medio Oriente.

Vinos para postres

Los vinos rojos para postre están entre las variedades disponibles de vino más dulces, debido a su proceso de fortificación. Muchos de estos vinos como el Porto o el Sherry no son vinos puros sino que son una mezcla con licor. El Porto, el más dulce de los dos, está hecho de uvas dulces del Valle Douro de Portugal. Después de unos cuantos días, la fermentación del vino se detiene y se agrega brandy para crear las características de dulce distintivo, fuerte y rico junto con un contenido de alcohol. Debido al proceso de fermentación, los azúcares naturales en las uvas no se fermentan por completo y por ello permanecen en el vino. El Sherry también se fortalece con el brandy; sin embargo, las uvas se fermentan completamente antes de agregarse y por ello es menos dulce que el Porto. Los vinos de postre son por lo general servidos como aperitivo antes de la comida, junto al postre o después de comer, como digestivo.

Luis Fernando Heras Portillo

miércoles, 25 de marzo de 2015

Qué vino servir con una lasaña de pollo con salsa blanca


Aunque varios pensarían instintivamente que los platillos de pollo o de pasta con salsa blanca van bien con un vino blanco, hay algunos vinos tintos que combinan casi mejor con este tipo de platillos. Combina los dos para hacer una lasaña de pollo con una salsa blanca y necesitarás un vino que complemente tanto la textura cremosa como los sabores sutiles del queso, la crema, la pasta y el pollo. Ve por un vino tinto en el invierno o para los invitados que prefieran un contraste de sabores y escoge un vino blanco en días más cálidos o para una combinación más delicada. 

Gamay

El gamay es un vino tinto hecho de uvas que crecen normalmente en la región Beaujolais en Francia. Es un varietal de vino muy antiguo mencionado en escrituras que se remontan a principios del siglo XIV. El rico color del gamay crea un buen contraste con tu lasaña de pollo, un contraste que lleva su propio aroma y sabores. El olor del vino tiene toques de bayas secas y cerezas agrias, mientras que su sabor normalmente muestra toques de pimienta y también grosellas negras. Beber un gamay con una lasaña de pollo blanco recuerda a la cena del Día de Acción de Gracias, donde la salsa de arándanos combina con el pavo a la perfección.

Cabernetes 

Otro tipo de vino tinto que seguro complementará tu lasaña de pollo es un cabernet. A menudo conocido como cabernet sauvignon, este varietal es a menudo mezclado con otras uvas como las merlot y shiraz. Algunos de los vinos más finos en Francia, California, Australia y Chile llevan cabernet como su uva básica. A menudo servido con carnes rojas, también es bueno con el pollo y las salsas blancas debido a la tendencia de desarrollar sabores ricos a grosella, pimiento rojo asado y tomate a medida que se añeja. El contraste permite la buena combinación con tu lasaña sin ser abrumadoramente fuerte.

Zinfandel blanco

El zinfandel es más a menudo encontrado como vino tinto, pero si buscas un zinfandel blanco tienes que ser consciente de que tendrá un color enrojecido, haciéndolo lucir similar al vino rosa. Este varietal de uva solamente crece en California, haciéndolo más fácil de encontrar en la mayoría de tiendas de vino en Estados Unidos. Normalmente, un zinfandel blanco mostrará los mismos sabores picantes de las bayas y los pimientos, así como el zinfandel tinto aunque atenuado a un nivel que lo hace apropiado para servir con las aves. Asegúrate de sacar el zinfandel blanco de la refrigeradora 15 a 20 minutos antes de servirlo, así puede alcanzar la temperatura correcta.

Chardonnay

Para aquellos que prefieren mantenerse del lado seguro y combinar su lasaña de pollo con un vino blanco, el chardonnay sería la mejor opción. Originalmente de la región Borgoña de Francia, el chardonnay crece en la mayoría de las regiones de vinos del mundo debido a su habilidad para resistir cualquier clima. A menudo con más cuerpo que otros vinos blancos, el chardonnay típicamente tiene ricos sabores cítricos mezclados con tonos mantecosos de vainilla, tostada quemada o coco como cuando se fermenta en barriles de roble. Debido a su textura y peso, el chardonnay es una buena combinación para el pollo y los platillos cremosos, ya que sería difícil pasarlo inadvertido.

Luis Fernando Heras Portillo

lunes, 23 de marzo de 2015

Lista de combinaciones de vinos y quesos


El aroma embriagador de un queso mohoso y la sensación sedosa de un Merlot fuerte es una deliciosa epicúrea que cualquier paladar puede aprender a disfrutar. Desde suaves y leves a fuertes y picantes, las combinaciones entre quesos y vinos son abundantes y pueden acomodarse a un bocadillo de una noche de invierno o complementar un almuerzo de verano. Experimenta con las combinaciones que más prefieras.








Quesos suaves

La textura suave y aterciopelada de un Boursin de hierbas hace un buen contraste con el sabor fresco de un Gewurztraminer, un vino blanco producido comúnmente en Francia y Alemania. Combina un Chenic Blanc, tambien conocido como Pinot blanco, con un queso Camembert o brie para un final dulce después de una mordida de estos quesos cremosos. Otro queso distintivo es el Banon, un queso suave y frutal envuelto en castañas u hojas de uvas. Combina este queso con un Bordeaux suave para crear unos sabores relajantes.

Quesos fuertes

Rodaja un pedazo de Monterrey Jack y muérdelo mientras tomas una copa de Riesling o haz cubos de un Norwegian Jarlsberg, para comer con un Tempranillo español. El sabor a mantequilla del Jarlsberg se compara bien con las notas suaves y de ciruela de este vino tinto suave. Aviva tu paladar con un pedazo de cheddar fuerte y suavízalo con un mellow Pinot Noir para un sabor contrastante. Adicionalmente, una rodaja de Edam semiduro, un queso holandés con sabor a nuez combina bien con un Pinot Noir.

Vino suave

La textura ligera y espumosa del Champagne hace un contraste asombroso con el sabor de un cheddar suave. Otro vino suave, el tinto Beaujolais de la zona de Borgoña de Francia se compara bien con el queso Emmentaler el cual viene de una pequeña villa de Suiza. Este queso duro tiene un sabor ligero a nuez y es propicio para derretirse. Derrite algo de este queso y corta cubos de tu pan favorito. Sírvete una copa de vino Beaujolais y tendrás una fiesta instantánea de queso fundido.

Vinos fuertes

La uva Barbera crea un vino audaz con matices ahumados y saca las proposiciones actuales. Escoge este vino si comes algo de Fontila italiana. Este queso suave saca el sabor frutal del vino mientras le agrega una nota sutil a hierbas al paladar. El Cabernet Sauvignon en su forma pura puede prestar notas fuertes de roble con un sabor final "fresco". Prueba un rico queso azul o un Gouda antiguo, para contrastar las notas poderosas en este vino.

Luis Fernando Heras Portillo

Cómo preparar una deliciosa charola con quesos para una fiesta de vino


Si estás teniendo una fiesta de vino o una fiesta donde el vino será el tema central, llenar una charola con buen queso es clave. Los buenos quesos pueden complementar cualquier vino, pero tienen la capacidad de hacer los mejores vinos aún mejor. Tomate tu tiempo para armar una bandeja de buen queso; tus invitados te lo agradecerán
Instrucciones



1 Elige un plato o charola. Si tienes más de 10 personas en la lista de invitados, considera preparar al menos dos charolas. Una buena regla es preparar una charola colmada para 10 personas. También necesitarás unos pequeños tazones para poner una variedad de nueces, unas servilletas de cóctel elegantes (preferiblemente de tela, aunque las de papel son aceptables), algunos palillos, platos pequeños y espátulas. No olvides incluir una bandeja o canasta para pan y galletas, así como recipiente de aceitunas. Mientras que el queso es el enfoque, en realidad estás creando un arreglo de quesos, galletas y panes, aceitunas y nueces.

2 Consigue los quesos en un mercado gourmet, mercado de quesos o tienda de vinos. Debes tener un surtido de quesos duros y semiduros. Si lo deseas, también puedes incluir quesos blandos como el queso Boursin o queso Brie para untar. Asegúrate de que tienes tanto queso amarillo como queso blanco en cada charola. Una buena variedad incluirá algunos de ambos. Etiqueta los quesos con palillos o etiquetas; Si lo deseas, pon en cada queso el país de origen.

3 Coloca otros alimentos. Además del queso, haz una cesta de pan y un surtido de galletas. Incluye galletitas de agua y tostaditas, ya que estas ofrecen los sabores más limpios cuando se están acompañando de queso y vino. Incluye una variedad de panes artesanales, incluyendo al pan de centeno pumpernickel o marmoleado. Incluye unas aceitunas verdes (sin semilla) en un recipiente; Si lo deseas, coloca aceitunas griegas en una bandeja (y añade queso kasseri a tu plato). Las ensaladeras deben llenarse con galletas de arroz, anacardos, pistaches pelados, almendras tostadas con sabor y almendras marcona. Unos platos pequeños con algo de queso Parmigiano Reggiano junto a una botella de buen aceite de oliva verde también es agradable para poner en el pan. Incluye algo de pimienta molida a un lado.

Luis Fernando Heras Portillo

viernes, 20 de marzo de 2015

Las diferencias entre los vinos Malbec, Merlot y Sauvignon



Merlot, Malbec y Cabernet Sauvignon son tres populares vinos secos color rojo que combinan bien con una variedad de alimentos. Cabernet Sauvignon tiende a ser de cuerpo completo, mientras que Merlot y Malbec son generalmente de cuerpo medio. Esto significa que un vino entero produce un sentimiento más denso en la boca que un vino de cuerpo medio o ligero. El tanino es el elemento que produce una sensación de sequedad en la boca. Este es un conservador natural y permite que un vino se añeje.


El Cabernet Sauvignon

El Cabernet Sauvignon es el vino tinto que, por excelencia, se conoce alrededor del mundo. Se trata de una variedad predominante de los vinos Burdeaux de Francia que se producen en Napa y Sonoma en California. Debido a que es un vino muy tánico y seco, el Cabernet Sauvignon se mezcla con Merlot, Malbec u otras variedades para ablandarlo. La gran cantidad de taninos hacen que el Cabernet se añeje de manera adecuada si se almacena correctamente. Su perfil de sabor es una mezcla compleja de cassis, champiñones, aceitunas verdes, cerezas negras y chocolate. Tiene un aroma a cuero, lápices y tabaco. El Cabernet Sauvignon es un vino de cuerpo entero que combina bien con carnes rojas, asados ​​y estofados.

Merlot

Merlot es un vino de medio cuerpo, es más suave que el Cabernet Sauvignon. Durante muchos años se utilizó principalmente como mezcla de uvas. Su calidad suave, sabor ciruela se presta para mezclar mejor los vinos más duros y tánicos como el Cabernet. Debido a su suavidad, el Merlot es más atractivo y tiene mayor demanda. En los Estados Unidos, sus ventas superan las del Cabernet. Su aroma es de chocolate, setas y tabaco. Tiene capas de sabor a cerezas, ciruelas y grosellas. Se lleva bien con carnes rojas, atún a la plancha o salmón. Debido a que el Merlot tiene taninos más suaves que el Cabernet, no puede añejarse por largo tiempo.

Malbec

El Malbec es otra variedad de uva que se utilizaba principalmente para mezcla hasta que los enólogos comenzaron a lanzarlo como producto varietal único. El Malbec es de cuerpo medio y no tan refinado como el Cabernet Sauvignon o el Merlot, aunque esto no ha impedido que gane popularidad como vino fácil de beber. Su color es muy oscuro, tiene notas sabor ciruela, mora y anís. El aroma del Malbec es típicamente a tierra, a ciruela o a chocolate y se lleva bien con carnes rojas, asados ​​y pizza. Malbec se ha convertido en la firma de Argentina.

Luis Fernando Heras Portillo

Cómo elegir bocadillos para acompañar el vino tinto

El vino tinto es rico, profundo, con cuerpo y lleno de sabor. Puede ser seco o dulce y servirse con cualquier cosa desde unos sabrosos bocadillos hasta un postre. Con tantos vinos provenientes de todas partes del mundo, elegir la botella correcta de vino carmesí para acompañar tus bocadillos puede parecer un poco abrumador.
Instrucciones





1
Sigue la regla básica de combinación del vino. La regla más comúnmente conocida para combinar los vinos blancos y tintos con la comida es mezclar los rojos con las comidas oscuras y las carnes rojas, como el bistec y el cerdo, y los blancos con las comidas y las carnes claras, como el pollo, el pavo y el pescado. Recordar la regla de lo claro y lo oscuro no es sólo para la lavandería; también puede hacer el proceso de elección de un vino y un bocadillo acompañante mucho más fácil.

2
Prepara alguna pasta. El vino tinto tiende a combinar mejor con las pastas cocidas que el vino blanco, especialmente las pastas rellenas como los sorrentinos y los ravioles. Realiza unos ravioles caseros y rellénalos con quesos o carne o ahorra algo de tiempo comprando ravioles preparados en el almacén y friéndolos para darles un sabor y una textura inesperados que combinarán perfectamente con un enérgico vino tinto.

3
Hornea algo de pan. Los bocadillos hechos con pan son geniales para limpiar el paladar de la riqueza de un vino tinto y prepararlo para el plato principal. Una bandeja con rodajas de baguette y aceite de oliva es una idea simple que puede estar lista en minutos. Si tienes un poco más de tiempo, coloca tomate picado y albahaca sobre las rodajas de pan para realizar unas brusquetas cuyo sabor complementará las ricas tonalidades de un vino tinto.

4
Usa vegetales de color oscuro. Estos tienden a tener sabores y texturas más ricos y salvajes que se complementan con los taninos del vino tinto. Los vegetales como el tomate tienen una acidez que se verá balanceada por el contraste con un vino añejo, mientras que los sabores salvajes de la berenjena o la espinaca se combinan bien con un syrah sabroso.

5
Prueba las fresas. Muchos vinos tintos tienen notas y tonos de fresa o cereza que hacen que las frutas de color oscuro combinen perfectamente con la mayoría de los vinos tintos. Fresas, arándanos, cerezas y frambuesas maduras van bien con los vinos tintos. Su dulzura contrasta bien con el sabor y la sequedad de algunos vinos tintos y sus sabores frescos aunque complejos combinan casi con cualquier tipo de vino tinto. Un recipiente sencillo con fresas y frutas rojas será un gran bocadillo para acompañar un vino tinto.

Luis Fernando Heras Portillo

jueves, 19 de marzo de 2015

Juegos divertidos para fiestas de vinos y quesos



Una fiesta de vinos y quesos es una buena manera de combinar la sofisticación con la diversión de una reunión social. Dado que el conocimiento y el gusto en los vinos de la gente ha madurado, también ha crecido la necesidad de nuevas ideas para fiestas. Hacer algunos juegos en la fiesta es una mera cuestión de mezclar creatividad y clase para jugar con los invitados.
Selecciona tus invitados
Puedes estar conduciendo una fiesta de vinos y quesos para tus amigos que conoces hace 20 años, o para gente de trabajo. Lo importante es que te asegures de que la clase de juegos que elijas encaje con el estilo de tus invitados, justo como una buena combinación de vinos y quesos. La gente es muy diferente. La revista Redbook Magazine sugiere que jueguen a un juego de adivinanzas sobre vinos orgánicos. En Internet podrás encontrar una amplia lista de vinos y quesos que sugieren encender un poco de música y disfrutar.

juegos sofisticados

1. Concurso de entendidos: Haz una cata de vinos y quesos con ojos vendados para ver quién realmente conoce las variedades, regiones y viñedos. Para hacerlo más interesante, ofrece una botella de un vino de selección o un buen queso estacionado para el que obtenga más respuestas correctas. 

2. Tarjetas de sabores: Crea tarjetas únicas para cada par de vinos y quesos. Cada invitado toma una tarjeta con una detallada descripción del tipo de vino, el año, el viñedo, el país de origen, etc. Todos tendrán 10 minutos para memorizar las tarjetas y luego deberán describir la que les ha tocado al resto de los invitados que pregunten durante toda la noche. 

3. Alrededor del mundo: Organiza las botellas de vino y los cortes de queso de acuerdo al país de origen. Los invitados pueden moverse de una estación a otra mientras recorren el mundo de los vinos.

Juegos de fiesta

1. Concurso de talentos: Cada persona deberá pararse frente al resto de la gente y usar el talento que desee para describir el vino. Puede cantar, tocar música, hacer un dibujo o cualquier otra cosa que venga a su mente. El público podrá votar la mejor y la peor actuación. 

2. Descripción en grupo: Coloca una hoja de papel al lado de cada botella de vino, o pégala en la pared. Juegan a ver quién hace la descripción más divertida del vino burlándose del lenguaje pretensioso que usan a veces los entendidos del vino. Léelas en voz alta al final de la noche. 

3. Concurso antes y después: Fíjate quién puede manejar el vino. Al comienzo de la fiesta dile un dato específico de un vino o un queso a cada invitado. Cuando la fiesta haya entrado en clímax, pregúntale a cada uno si recuerda lo que le habías dicho.

Luis Fernando Heras Portillo

Consejos para una buena fiesta de vinos y quesos



Una fiesta de vinos y quesos es una gran manera de reunir a los amigos y disfrutar de algunos gustos gourmet en un ambiente elegante. Las mejores fiestas de vinos y quesos son las que tienen un delicado balance entre sofisticación y diversión, alentando a los invitados a circular libremente y catar las diferentes propuestas. Es importante escoger las combinaciones correctas de vinos y quesos, así como las galletas, frutas y dulces que los acompañan, y también lo es la presentación de tu selección.

El queso


El queso es la comida principal de este tipo de fiesta, por lo que es importante escoger una buena variedad de quesos de calidad que gustan a la gente. Hay cuatro tipos de quesos principales: blandos, que incluyen el Brie, boursin y Gorgonzola; duros, tales como el Asiago y el Manchego; semi blandos, como el baby swiss, colby y Morbier; y los semi duros favoritos, el Cheddar, el Graddost y el Stilton. No a todos tus invitados les gustarán todas las clases de quesos, por lo que debes asegurarte de ofrecer varias opciones. Si quieres un tema para la fiesta, escoge quesos de un país o región en particular. Sea lo que sea que hagas, no escatimes en calidad; tus invitados no se impresionarán si sospechan que hay sustituciones de las marcas originales comprados en un supermercado.

El vino


Escoge los vinos basándote en los tipos de queso que tienes, o viceversa. Lo ideal es que haya al menos una botella de vino para cada tipo de queso, de modo que cada invitado pueda probar esa combinación en particular. Para los quesos blandos ofrece champagne, zinfandel blanco o sauvignon blanco. Los quesos semi duros van bien con chardonnay, Riesling y oporto. Los quesos duros maridan bien con una gran variedad de vinos, incluyendo el Chianti, el cabernet, el pinot noir y el jerez. Para los quesos semi blandos , sirve bordeaux, Barolo o chardonnay. Esta no es una lista completa, y la mayoría de los vinos combinan con muchos tipos diferentes de quesos.
Acompañamientos
Los acompañamientos que sirvas son en gran manera tan importantes como los vinos y los quesos. Estos agregan color e interés a la presentación de los platos, y dan a los invitados un descanso de los intensos sabores que están probando. Ofrece galletas de alta calidad y pan de cereal integral. Dado que el foco está en el queso, sirve galletas simples, sin ningún sabor agregado, como ajo o romero. Evita el pan blanco económico y opta por por pan fresco con corteza gruesa. Las rebanadas de manzanas, uvas, ciruelas y nectarinas son muy buenas opciones de frutas. Las nueces tostadas tibias son deliciosas con queso, así como las nueces de Brasil, los piñones y las avellanas. Las pequeñas cantidades de chocolate amargo de alta calidad le dan un excelente toque final.

Logística y presentación


Servir vinos y quesos es un procedimiento delicado que requiere práctica para hacerlo bien. Primero, necesitas cronometrar el servicio, ya que el queso tiene su tiempo para alcanzar la temperatura ambiente sin ablandarse ni endurecerse. Esto depende del queso. Por ejemplo, si dejas un trozo de queso Brie afuera por cinco horas, acabarás con una mezcla pegajosa. Ten un cuchillo apropiado para cada queso, pequeños para los blandos, afilados y de corte rápido para los duros. Ofrece pequeños platos de vidrio o, aún mejor, pequeñas tablas de madera para comer el queso. Evita las cantidades excesivas de quesos malolientes que puedan hacer que la fiesta sea desagradable para algunos invitados, pero ofrece quesos sabrosos que animarán la conversación.

Luis Fernando Heras Portillo

miércoles, 18 de marzo de 2015

Tipos de vino blanco

Tipos de vino blanco


Para aquellos que no saben demasiado sobre este tema, hoy les traje un artículo para que puedan conocer un poco más los diferentes tipos de vino blanco. Puede resultar un poco confuso ir en busca de un vino y encontrar tantas variedades que nublan nuestra decisión. Por eso es bueno saber las regiones donde se producen, las características y los platos con los que se pueden acompañar.

Chardonnay


Quizás éste es el vino blanco más popular en el mundo. Una de sus ventajas es que, al ser versátil y de media estación, se puede consumir en varios lugares. Actualmente, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda son tres de los países donde se produce la mayor cantidad de uva para elaborar este vino. Es disfrutado por los comensales que prefieren una bebida rica en cítricos y sabores frutales.


Sauvignon Blanc



Originario de Francia, el Sauvignon tiene un aroma un tanto más picante y especiado. Esto lo condiciona a ser un acompañamiento ideal para varias comidas, sin importar su edad. Es delicioso sin importar si es joven o añejo. Nuevamente Australia tiene su espacio aquí, como uno de los países donde se produce el mejor Sauvignion Blanc.


Riesling



El Riesling tiene dos variedades bastante diferenciadas. Por un lado, ofrece un vino dulce que tiene sabores frutales y por otra parte nos encontramos con uno más seco, plagado de hierbas y con dejos de limón. Una diferencia con el Chardonnay es que es más ligero y tiene más países encargados de su producción. Dentro de ellos ubicamos a Italia, Sudáfrica y Chile, entre otros. Es una excelente opción para acompañar las carnes blancas.

Chenin Blanc



Esta uva versátil permite producir un vino que va desde lo seco hasta lo dulce. La variación depende de la época en que se coseche. Es uno de los más pesados en cuanto a sensación, así como uno de los más ácidos. Es ideal para platos picantes y mariscos.
Éstos son sólo algunos de los diversos vinos blancos, puedes también informarte sobre el Gewürztraminer, Pinot Blanc y Pinot Grigio. Si quieres conocer más te recomiendo que leas sobre los distintos tipos de vino tinto.
Luis Fernando Heras Portillo

¿Por qué se celebra el día de San Patricio?

¿Por qué se celebra el día de San Patricio?


San Patricio nació en el 387 en Kilpatrick, cerca de Dumbarton, en Escocia. Piratas irlandeses tomaron prisionero al joven Patricio de 16 años y lo vendieron como esclavo.

El 17 de marzo se celebra el día de san Patricio, patrón de Irlanda. San Patricio nació en el 387 en Kilpatrick, cerca de Dumbarton, en Escocia. Su padre era oficial del ejército romano. Piratas irlandeses tomaron prisionero al joven Patricio de 16 años y lo vendieron como esclavo. Pasó seis años en Irlanda, donde aprendió a hablar el idioma celta. Consiguió fugarse y se marchó a Francia para prepararse para la vida monástica, y se ordenó sacerdote. Cuando contaba con 46 años de edad decidió volver a Irlanda para evangelizar a sus habitantes. Y allí permaneció casi tres décadas, hasta su muerte el 17 de marzo del año 461.

Una tradición cristiana dice que Patricio explicaba el misterio de la Santísima Trinidad usando un trébol de tres hojas. Por eso ese día se ha instaurado como costumbre llevar un trébol en la celebración de su festividad. También es habitual vestirse de color verde e incluso teñir con este color la cerveza en honor a Irlanda, también apodada la "Isla Esmeralda".
Luis Fernando Heras Portillo

miércoles, 4 de marzo de 2015

Sangría multifrutal

Sangría multifrutal También conocida como la sangría súper frutal, obviamente se caracteriza por un alto contenido de frutas y sus distintos sabores con la textura y el exquisito aroma del vino. En cuanto a éste último, el vino puede ser blanco o el tradicional tinto, pero si quieres darle un toque más original y resaltar los colores de las frutas, te recomiendo utilizar un buen vino blanco. Ingredientes:

  • 1 botella de vino blanco
  • 1 limón cortado en rodajas
  • 1 naranja cortada en rodajas
  • 1 lima cortada en rodajas
  • 1 durazno cortado en gajos
  • 125 gr. de frutillas cortadas en rodajas
  • 1/2 taza de gaseosa de sabor limón
  • 100 gr. de azúcar
  • 2 shots de brandy con sabor a durazno o a fresas
  • 2 tazas ginger ale 1 lata de ananá o piñas en almíbar (opcional)

Elaboración:
En una jarra grande, vertimos todo el contenido de la botella de vino y agregamos el limón, la naranja y la lima procurando quitar todas las semillas que sean posibles. Revolvemos con una cuchara larga y añadimos las rodajas de durazno, las frutillas y el brandy junto con el azúcar y la gaseosa. Dejamos reposar durante unos minutos en la heladera para que se encuentre bien fría al momento de servirse. Luego de unos 20 o 30 minutos, añadimos el ginger ale y si queremos, también el ananá. Revolvemos y esta listo para servir con algunos cubos de hielo en un vaso largo.




Luis Fernando Heras Portillo
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