Una fiesta de vinos y quesos es una gran manera de reunir a los amigos y disfrutar de algunos gustos gourmet en un ambiente elegante. Las mejores fiestas de vinos y quesos son las que tienen un delicado balance entre sofisticación y diversión, alentando a los invitados a circular libremente y catar las diferentes propuestas. Es importante escoger las combinaciones correctas de vinos y quesos, así como las galletas, frutas y dulces que los acompañan, y también lo es la presentación de tu selección.
El queso
El queso es la comida principal de este tipo de fiesta, por lo que es importante escoger una buena variedad de quesos de calidad que gustan a la gente. Hay cuatro tipos de quesos principales: blandos, que incluyen el Brie, boursin y Gorgonzola; duros, tales como el Asiago y el Manchego; semi blandos, como el baby swiss, colby y Morbier; y los semi duros favoritos, el Cheddar, el Graddost y el Stilton. No a todos tus invitados les gustarán todas las clases de quesos, por lo que debes asegurarte de ofrecer varias opciones. Si quieres un tema para la fiesta, escoge quesos de un país o región en particular. Sea lo que sea que hagas, no escatimes en calidad; tus invitados no se impresionarán si sospechan que hay sustituciones de las marcas originales comprados en un supermercado.
El vino
Escoge los vinos basándote en los tipos de queso que tienes, o viceversa. Lo ideal es que haya al menos una botella de vino para cada tipo de queso, de modo que cada invitado pueda probar esa combinación en particular. Para los quesos blandos ofrece champagne, zinfandel blanco o sauvignon blanco. Los quesos semi duros van bien con chardonnay, Riesling y oporto. Los quesos duros maridan bien con una gran variedad de vinos, incluyendo el Chianti, el cabernet, el pinot noir y el jerez. Para los quesos semi blandos , sirve bordeaux, Barolo o chardonnay. Esta no es una lista completa, y la mayoría de los vinos combinan con muchos tipos diferentes de quesos.
Acompañamientos
Los acompañamientos que sirvas son en gran manera tan importantes como los vinos y los quesos. Estos agregan color e interés a la presentación de los platos, y dan a los invitados un descanso de los intensos sabores que están probando. Ofrece galletas de alta calidad y pan de cereal integral. Dado que el foco está en el queso, sirve galletas simples, sin ningún sabor agregado, como ajo o romero. Evita el pan blanco económico y opta por por pan fresco con corteza gruesa. Las rebanadas de manzanas, uvas, ciruelas y nectarinas son muy buenas opciones de frutas. Las nueces tostadas tibias son deliciosas con queso, así como las nueces de Brasil, los piñones y las avellanas. Las pequeñas cantidades de chocolate amargo de alta calidad le dan un excelente toque final.
Logística y presentación
Servir vinos y quesos es un procedimiento delicado que requiere práctica para hacerlo bien. Primero, necesitas cronometrar el servicio, ya que el queso tiene su tiempo para alcanzar la temperatura ambiente sin ablandarse ni endurecerse. Esto depende del queso. Por ejemplo, si dejas un trozo de queso Brie afuera por cinco horas, acabarás con una mezcla pegajosa. Ten un cuchillo apropiado para cada queso, pequeños para los blandos, afilados y de corte rápido para los duros. Ofrece pequeños platos de vidrio o, aún mejor, pequeñas tablas de madera para comer el queso. Evita las cantidades excesivas de quesos malolientes que puedan hacer que la fiesta sea desagradable para algunos invitados, pero ofrece quesos sabrosos que animarán la conversación.
Luis Fernando Heras Portillo
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